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lunes, 15 de diciembre de 2014

Se escuchan pasos del futuro por mi casa...

No hay demonios en la oscuridad
que te recuerden que mueres solo...
Se agotó el espacio en el cántaro
de la autocrítica y el castigo.
No hace falta desvelarse buscando argumentos,
ya puedes cerrar los ojos
sabiendo que seguirás vivo.
Es posible descansar tus brazos,
ya no hay soga que sostener en vilo.
Ríe en alto y sin vergüenza,
usa colores fuertes, destapa un buen vino.
Lo peor pasó, ya llegó la calma...
El silencio no es problema, pues la paz también habla.
Suelta tú cabello, seca tus lágrimas,
deja la ventana abierta mientras ves caer el alba.
Fueron noches sintiéndose prestada
a una promesa vacía sin fondo y poco diáfana.
Pasaron años de marchito ego,
fueron sábanas grises y gemidos desérticos.
Pero hoy, el viento cambia,
beneficia a la vela de tú propia barca.
Eres libre de construirte, de pixelarte...
Es el momento de ser testimonio.


viernes, 12 de diciembre de 2014

Fe de errata...

No fue necesario decirnos adiós...
Nos ahorramos el acuse de recibo y
la repartición de bienes, los silencios incómodos
y la cara de libertad impuesta que se debate
con el temor natural a la soledad escogida.

Quizás la despedida era una nota pendiente
y es por ello que no tuvo su propia fiesta.
Nos cansamos, me cansé...
Era yo quien decidió irse, solo para variar,
solo para no morir prematuramente de esperanzas.
Eras tú quien guardaba silencio pero
con discreción abrias la puerta del no retorno.
Me llevaste con tú amor en polvo
al ángulo equilatero de la fatiga.
Ya tú presencia no es la llave del nirvana...
Ya tú recuerdo no es una invitación.

No deseo venganzas ni camas erradas en tú haber,
mucho menos una soledad angustiosa
o vigilias con aroma a Madrid.
Tú soledad jamás será mi venganza
ni tú felicidad un desafío,
que no te angustie
la dirección del viento
al que te entregué,
que no te preocupe
el deseo marchito de nuestro plural.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Agenda para tú despedida...


Verte caminar hacia una luz distinta, esperarte mientras la metamorfosis te diseña, arraigarme con fe novata de nuestras letras, sentirte cerca aunque no toque tú rostro.  
Escribir algunas cosas y conservar otras, beber alguna luna en tú eterno nombre, no prometo que no lloraré por las noches, no aseguro que deje de esperarte por el día.
Dormir con tú ropa y tocarme sin tus manos, escuchar esa canción que seguro cantarías, soñarte soñándome, pensarte entre millas. 
Buscarte erróneamente en alguna boca, sentir que entre tus soplos tengo vida, hablarle de ti a la gente, sentir que te presté a la brisa... 
Hacer maletas para no ir a ningún lado, apostar a que  me extrañas como aquel día, llenar de voluntad el alma  para no claudicar todavía. 
En un mundo donde tanto pasa y nosotros somos eterna energía yo apuesto a la causalidad que nos une y no al azar que se confía. 
Porque cuando se consigue lo que tenemos se requiere de valentía, aunque llore, aunque te extrañe yo firmé un pacto egoísta; que tú nombre y el mío se harán uno toda la vida... 
Si alguna vez lo dudas piensa en cómo te sonríe el alma, en lo libre que eres cuando desnudas tú espalda, en todas esas veces que nos odiamos con el alba y luego despertamos abrazados como si nada pasara. 
Todo ésto yo te ofrezco y no es una canción desesperada, es sólo un recordatorio de que en tú maleta llevas parte de mi alma, de mis besos, ilusiones y de la vida que me falta. 

viernes, 20 de junio de 2014

Lo sabes...

Vuelves a mi porque te sabes amado...
Porque soy un pequeño banco de arena
entre tanta agua turbia.
Vuelves porque te sabes humano,
diáfano y transparente, 
imposibilitado de perfección
pero igual naturalmente aceptado.
Vuelves porque el amor de alguien
te hace existir, te da poder,
te permite sentirte reconocido
en la tinta y la mirada que lleva
nombre y apellido.
Vuelves con la certeza de la bienvenida
que no se agota como llama eterna...
Vuelves con el riesgo de quedarte
un poco más de lo planeado,
con la posibilidad
de relajar los hombros
y de morir consumido por los extremos.
Vuelves porque tú alma
tiene el permiso implícito
de pasearse por mi vida...
Porque con mi saliva
te sano las heridas
y con mi presencia te doy la oportunidad.
Vuelves porque te cansas de equivocarte
y en éste perímetro te sabes constructor.
Vuelves porque vuelas en orgasmos
astrales con tú mano en mi rojo crespo,
con susurros de autocompasión.
No ofendas al karma dándole
roles tácitos de necesidad banal,
no reduzcas la danza del destino
a polvos que puedes conseguir
en cualquier esquinas con poco
en los bolsillos...
No reduzcas a cenizas
lo que es flama vigente,
no des argumentos para
ésto que se narra sólo.
Sincera tú culpa y siéntete en casa
porque de alguna manera cósmica
perteneces a ésto que es lo único
que después de tanta betalla nos queda.

Probablemente nos separe la vida...

Si ambos andamos buscando
cosas que no conocemos
o quizás fantaseamos...
Por qué no buscamos juntos?

Si ambos sentimos sed
ante las dunas áridas
de la duda y el temor...
Por qué no bebemos juntos?

Si ambos nos excitamos
con palabras y tinta
que arrojamos sin receta...
Por qué no encendernos juntos?

Si ambos sentimos esperar
algo que no parece suceder...
Por qué no curarnos juntos?

Si tú no sabes a dónde vas
si yo no sé a dónde voy...
Por qué no extraviarnos juntos?

sábado, 14 de junio de 2014

Humanidad...

Creo entender que la vida y el mundo se resumen en una constante búsqueda. Quizás la tribulación no radique en el deseo constante de conseguir, en lo personal, creo -porque en algo hay que creer- que el nudo crítico radica en el objeto anhelado, más que en las herramientas que entrelazamos para llegar a él. Por ejemplo, tal vez, nosostros somos -cuando nos permitimos ser- un conjunto cóncavo y convexo. Que en ocasiones se quiere y en otras se odia, que en una ocasión se amaron pero también se desmembraron, que en una casualidad repetida se siguen viendo y reconociendo sin buscarlo, aunque también, se cubren los ojos para jugar a olvidarse con pañitos negros de soledad que huelen a guardado y a sal. Somos una ecuación de esas que dura mucho tiempo anotada en una pizarra y luego al tratar de borrar siempre deja una huella aritmética. Aunque luego recuerdo otras tantas cosas más y me parece injusto inmortalizarte en mis letras porque es un crédito muy grande así todavía no sea famosa, porque cuando escriben de ti te haces eterno y yo creo haber muerto en páginas viejas. Pero así como tantas otras cosas mi optimismo me hace poner los pies en la alfombra de ese portal que me conozco de memoria... Debo ser bastante aburrida para los que me miran preguntándose por cuánto tiempo más contaré la misma historia. Pero el entretenimiento no es mi fuerte, yo que vivo leyendo y esperando la lluvia sólo sé moverme en tonos cálidos y a veces grises, por ratos de neón... No creo deberle a nadie un argumento digno. Siempre soy los extremos de todo sacado de la nada, y si lo hago debo hacerlo en grande -si se trata de errores hasta papelillos incluyo- el caso, es que... Yo iba a escribir que quizás hay algo más en lo que parece ser siempre menos. Pero me desvié y terminé pensandote, eres un jodido suertudo.

miércoles, 4 de junio de 2014

Sólo sabes que la necesitas cuando la dejas marchar...

Cuando dos personas se miran
y se reconocen en el otro
la brisa cambia de dirección
y se alinean los planetas
como indios en línea de guerra,
como hormigas creando un rastro
o como tinta corriendo en papel. 
Cuando dos personas se aceptan
la caja marca Pandora se abre,
y la lluvia parece
ser una invitación.
Empieza a sobrar el maquillaje
en la proporción
que estorba la ropa.
Las películas y canciones,
las fotos y las nubes
parecen un
organigrama de recuerdos.
Nada falta todo sobra,
la adrenalina
es la cuota diaria
de jugar entre paredes
sin ser vistos por algún espía.
Cuando dos personas se tocan
las estaciones se unen
y el cuerpo lo agradece
con movimientos de combate
pasivos en perímetros
de sábanas blancas.
Te marcas para siempre,
con las huellas del autor...
Te haces necesidad
y creas vínculos a fuego lento.
Cuando nosotros tropezamos
estallan estrellas que terminan
lloviendo a los pies de la cama...
Reconocemos los logros
y libramos las batallas.
Somos un atentado frecuente
a la posibilidad más sumisa.
Como cuerda y fósforo,
como río y lluvia,
como camino y huella.

jueves, 22 de mayo de 2014

Nunca supe leer un mapa...

Es que me dio pereza
buscar una razón consciente
al acto natural de decir "sí"
cuando la recomendación
del recipe de la vida
era correr en dirección opuesta.
Porque con los años
te haces más de goma
y menos de hierro y clavos,
porque con el tiempo
te retas a mi mismo
para recordarte que aún vives.
Es como pedir una dirección
a un desconocido...
No confías del todo pero
buscas llegar a un sitio con ayuda.
Dejarse los zapatos puestos
por si toca correr
o buscar una buena vista
por si toca olvidar. 

sábado, 10 de mayo de 2014

Sinvergüenza

A mi me gusta
el amor sinvergüenza.
El que no pide permiso,
el que se atraviesa.
El que quema la piel
y calienta el café negro.
El que siempre queda
como astilla de vidrio.
El que llama ahogado de licor
una madrugada cualquiera...

Un amor inapropiado,
cuestionable y verdugo.
Un amor atípico,
lejano a una foto con marco.
Un amor que duele, ese es el que prefiero.
Que me recuerda que vivo,
el que me agradece si por el muero.

Ese sentimiento
que te levanta la falda
y te llena de rosas rojas
la saliva tibia de tú boca sellada.
El que no presumes pero disfrutas,
el anónimo de las cartas,
el de Girondo o Neruda.
El del vino y el tango...
El de tus ojos de culpa.

martes, 29 de abril de 2014

Gota de tinta...

Qué tan certero es el disparo
cuando se da sin premeditación?
Del otro lado de la cornisa camina
la causa perdida renuente a saltar.
La muerte es el único fin,
sufrir el único medio.
Para los días grises siempre
habrá una vieja canción...
Para la memoria siempre
habrá una vela encendida.

sábado, 8 de marzo de 2014

Cortejo extendido...

Me gustas...
No como comida exótica,
ni brisa de domingo
o como un equipo de baseball.
Me gustas pero como alma,
como cuerpo en movimiento,
como mente en expansión.
Así me encantas...
Como un trago frío en pleno calor,
en niveles de comida dulce,
con tacto inocente que juega en mi espalda,
con actitud adolescente
un sábado cualquiera.
Así me llenas...
Como estampida de golondrinas,
como lluvia inesperada,
como un viernes cómplice
en la cama del otro.

lunes, 20 de enero de 2014

Sabor a mi, como la canción...

Tango y vino...
Viajamos sin movernos
del perímetro verde de tu sala.
Pudo ser Argentina, quizás Europa,
pudo ser tú mirada tenua o
mi boca de brisa.
Como un acuerdo cósmico
tú mano y la mía,
mis labios tú frente,
mis piernas tus piernas;
y esa, mi confesión,
de querer complicarme
la vida con tu historia,
al menos por un rato.
Me encanta tú descaro
de saberte en mi...
Como nos reímos
de los boleros viejos,
de los amigos incoherentes
y la vida misma.
La copa rota,
los besos a media luz,
aquella invitación indebida,
el silencio obligado por la mañana,
tus brazos llenos de mi...
llenos de sol de domingo.
Saber que no esperas nada
y aún sin embargo pasa todo,
no desear estar en otro lado,
comprarse la felicidad por cuotas...

miércoles, 8 de enero de 2014

Rebaño tricolor...

País en llamas, país candela...
De sangre negra y petróleo en deuda.
Ya no te siento, ya no te encuentro,
se borró el araguaney del libro,
se me olvidó tú luz y tú aroma en mi piel.
Nos volvimos sancocho, dominó y cerveza...
Excusas, comodidad, campañas y miserias.
No hay ciudadanía, no hay humanidad,
quedan sólo migajas de patria
minada de promesas, sólo techos de lata,
niños descalzos, libros sin uso
y memoria esquiva.
Queda la burla del blanco,
el estigma del sur,
la cédula oculta y la salida de emergencia.

sábado, 4 de enero de 2014

Sin eufemismos que me agoto.

Y me dio por ser valiente...
Por retar al pasado y darle la cara.
Busqué en sus bolsillos,
le pregunté abiertamente,
indagué en historias que
no me pertenecen.
Me quemé en hogueras
donde quedan cenizas.

Me hice la fuerte y viajé
en una impetuosa y curiosa
reversa que me llevó a esa esquina.
Fui por minutos la peor versión
que recuerdo de mi misma...
Aquel boceto gris, inacabable, manchado.
Lo que tú me hiciste y yo permití,
eso que más odié por tanto tiempo
y que guardé en caja
de marca Pandora.

Me quebré como porcelana,
me hice fría como neblina,
lloré sal como una estatua,
me vi sin verme, me fui de mi.
Me corté a girones,
me hice polvo de estrellas,
me descocí las venas y
las llené de añil.

Me pasó la noche, me criticó la luna
las nubes se fueron y ni cuenta me di.
Me sentí perdida, dejada y vacía
fui el ángulo equivoco, la cuenta errada,
la fe de errata, la esquina doblada del libro.

No importa sin son peor o mejor,
eso poco resalta ante la diferencia
más obvia y añejada.
Ante cualquier prisma; ellas no son yo.
Y parece que eso basta, y ese bastar danza,
todo en la vida sigue y el tiempo
en arena se pierde y viene el odio
y viene la garra, que sostiene
el puñal que desgarra el pecho.
Que lo abre haciendo letras,
haciendo sangre, haciendo sobras.

jueves, 2 de enero de 2014

Cap. I

Entonces de pronto decidí:
Que me iba a reconciliar con los tacones altos, con los labios rojos que marcan cachetes, con las salidas a cenar sin hora para el regreso
y con la ropa brillante, las bufandas y los collares que mi mamá me heredó con la promesa de que estarían nuevamente de moda. De pronto me dio por beberme la vida en copa, por picar el ojo tras un chiste y por desaparecer todo lo viejo que al igual que el desierto se seca ante la posibilidad de renovarse. Me levanté y decidí que me reiría mucho más, que mi cabello cambiaría, seguirá despeinado claro -siempre libre pero más vivo- así como yo los domingos de sol. Borré números de teléfono que no requería, agregué un par más que quizás sólo ocupen espacio por un tiempo (pero, es un espacio de esos que te da los buenos días y te dice "buen prevecho") y eso hace falta -como no- sobre todo cuando empieza el mes, cuando empiezas la dieta, cuando empiezas a ser más Elena de Troya y menos Julieta, cuando te quieres dejar sorprender por la posibilidad. Y es que una se cansa de llevar el saco del género de vez en cuando, y yo que no me gusta cargar ni con mucho maquillaje di un paso al frente, me puse perfume y les dije con unos rulos fabulosos "al carajo" y desde ese día vivo, ya no sólo despierto.