Los orgasmos que nos unen
como hilo dorado de paz
son el recordatorio eterno
de pequeñas muertes.
Sigue esclavizando
mi sexo sin piedad,
sin temor,
sin otoños o primaveras...
Sigue siendo el de las huellas
en mi memoria arrebata
por el humo del hastío.
Nosotros humanos de turno, emprendemos a lo largo de nuestra vida una búsqueda infinita por el equilibrio como sinónimo de paz. Algunos con métodos más ortodoxos que otros pero de igual manera predestinados a transitar un camino desconocido pero necesario.Yo siempre escogí a la palabra, bajo cualquier disfraz, bajo cualquier luz. Este espacio brinda una pequeña ventana a mi mundo...
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viernes, 5 de julio de 2013
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