Vistas de página en total

viernes, 15 de abril de 2011

Discurso sin normas…

Que el sonido de ese corcho viejo
inicie la cuenta regresiva hacia tus besos,
mientras un movimiento involuntario traiciona
mi falsa pero ensayada tranquilidad.

Manos, piernas, pies y alma se contraen nerviosas,
solo pienso en catarte sin lograr darle crédito a tu boca.
Toda la sinfonía de tú verbo se escribe con mudas palabras,
hace tanto ya no te escucho, solo te observo y me lleno de ti.

Hace horas deseo silenciarte acercándome a tu pecho,
mirarte fijamente con los ojos cerrados por lo incierto,
colocar mis manos sobre tu rostro sin aparente razón.
Mis argumentos poco importan a milímetros de distancia.

Recuérdame que eres tú al que idealicé con sonidos,
recórreme y explora como la pasión y la noche te dicte.
Hazme de nuevo gota a gota y no dejes de mirarme a los ojos.
Miénteme si lo consideras necesario, háblame del mundo.
Llena de vino mi taza medio vacía, celebremos la casualidad…



                                                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario