Vistas de página en total

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dos horas llamadas vida...

Aquellas cuatro paredes casi totalmente oscuras
solo dejaban filtrar un hilo dorado de luz...
Algunos sonidos de la noche se hicieron sentir,
para recordarnos que aún no hemos partido.
Tumbada sin pesar y emancipada de prejuicios
me adueñé del lado izquierdo de aquel perímetro bendito.
Cosas curiosas las que hace uno por mantener la pequeña paz
pues en el lado derecho suelo anclarme normalmente.
Pero valió la pena ceder el breve espacio que llenaste desmedido. 


El poder de las miradas siempre demanda reconocimiento,
iris perfecto y expresivo en el que podría perderme sin retorno. 
No hizo falta la luz clara para detallarte....Para conocerte,
mis manos memorizaron a la perfección tus surcos y formas.
Pactos sellados con besos en la frente distantes de amor físico,
frases susurradas labio a labio como paso de brisa de Abril.
Perfectos somos y solo pasaron dos horas, me reconociste, te reconocí.
Te sujete muy fuerte para no perderte, apenas llegabas y te sentía mío.
No me dejes gritaban mis huesos que te sujetaban con fuerza...
Pero más se aferraba el alma que no aguantaba otra posible pena. 


Eras mío...Yo fui tuya por el hecho de estar respirando el mismo aire.
Aún cubierta de pies a cabezas me sentía tan desnuda tan vivida...
cada caricia era un idilio simétrico. Cada beso, cada juramento eran recompensa. Sentí que la vida hizo mella, que me escuchó finalmente.  
Un latido tras otro y los botones intactos tú sombra y la mía una sola.
Una pieza diseñada justamente para encajar en la otra...Un círculo perfecto.
Bendita risa, bendito amor que se apresuró a esparcirse en el aire...
Bendito tú y bendita yo que creamos metamorfosis desde el alma ardiente. 


La inminente realidad hizo sonar sus pasos. Llegó sin ser invitada,
llegó rígida la muy maldita riéndose desde el pasillo y arrastrando cadenas.
Entendí que quedaba poco tiempo, que debías seguir y yo esperarte.
Solo quise hacerme inolvidable, solo quise hacerme necesaria, solo quise...
Te separaste encuentro perfecto, terminaste antes de tiempo.
Siguió la oscuridad sin ti y sin mí y el hilo de luz ahorcó la fantasía.
No te vi de nuevo solo te recreé en mis ausencias...Te fuiste humo gris.
Pero  no cambio cada gramo de arena que corrió en el reloj de la vida...
Si solo pude vivir un día, pues declaro eternidad ese breve momento.  

                                                  





No hay comentarios:

Publicar un comentario