Despídete esta
noche con un beso de esos que al principio coronabas en mi frente. Al principio
cuando amabas todo de mi y me extrañabas por las noches…Te invito a que te
acerques cuando la luna te pueda guardar el secreto; para que nadie crea que
fuimos débiles ante los cristales rotos. Respírame por última vez y consérvalo en
frascos que resistan las ocho horas para que puedas así encontrarme en todo y a
la vez en nada, tal y como te gusta. Déjame una nota en aquel libro que
conserva la gerbera, inmortalízame en el ”hasta nunca” que ya deja ver su
sombra cercana. Quería kilómetros de ausencia, Dios sabe que lo pedí…Pero el
diablo dijo “amén” mucho antes de que yo tuviese el valor para sellar la
sentencia que esconde la sanidad que pospongo hace semanas para retener con la
mente lo que por voluntad dejé ir con ambas manos. El adiós nunca fue tan real,
tan nuestro… El adiós responsable de los principios.
Nosotros humanos de turno, emprendemos a lo largo de nuestra vida una búsqueda infinita por el equilibrio como sinónimo de paz. Algunos con métodos más ortodoxos que otros pero de igual manera predestinados a transitar un camino desconocido pero necesario.Yo siempre escogí a la palabra, bajo cualquier disfraz, bajo cualquier luz. Este espacio brinda una pequeña ventana a mi mundo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario