El tiempo va
pasando y cambia todo lo que orbita a su paso…
Aunque sin duda,
la palabra “cambio” es una de esas cosas
que se torna tan
relativa que podría confundirse con estaciones del año.
Lo innegable es
que ya no soy aquella que antes fui para poder así ser juntos…
Atrás quedó el
temor a perder tu hilo que me clavaba al centro de la tierra.
Empiezas a
escasear en las cosas que veo; tu olor no perfuma la brisa
ni tus besos
remplazan el desayuno que en ocasiones olvido comer.
Ya tu sombra no
coexiste conmigo y tu alma debió retozar con tu cuerpo
desde aquel día
que abandonaste el lado izquierdo de mi cama.
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