Somos como perros que se huelen la cola en círculos. Como enredaderas angostas aglutinadas en tubos viejos y oxidados.
Somos como esas páginas de libros que se pasan juntas para molestar al lector, el grito de pasillo a pasillo, la lluvia en un día sin nubes, somos las espera de un tren que no llega.
El agua y el aceite hacen burbujas mas gratas que nosotros, aquello que parecía ser cóncavo y convexo se transforma en piezas chatas y astilladas por la vida y el tiempo. A dónde fue la ilusión que gravitaba en unicornios? A dónde fue el beso que no se da por temor al magnetismo vigente?
Nosotros humanos de turno, emprendemos a lo largo de nuestra vida una búsqueda infinita por el equilibrio como sinónimo de paz. Algunos con métodos más ortodoxos que otros pero de igual manera predestinados a transitar un camino desconocido pero necesario.Yo siempre escogí a la palabra, bajo cualquier disfraz, bajo cualquier luz. Este espacio brinda una pequeña ventana a mi mundo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario