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miércoles, 5 de agosto de 2015

Ruleta...

Escribo porque sólo así
me salvo a mi misma...
Porque hay mucho que decir
desde la esquina de los silencios.
No me disculpo por la honestidad
que cada una de mis palabras tiene.
Menos excusaré la convicción
de que el sentir te da derecho,
casi de forma natural,
para gritar -si es necesario-
qué cosas pasan en el diminuto
universo del ensayo y el error.

Yo te quiero porque así me provocó,
decidí tribularme por gusto
y te escogí a ti entre todos.
Cómo no hacerlo?
Todo apuntaba a que serías
lo que claramente eres...
También todo indicaba
que dejarías de serlo
en algún momento
entre verano e invierno.

Nos quisimos, nos queremos.
Como siempre me dices...
Y yo automáticamente suspiro
pues entendí que la correspondencia
es el verdadero opio del solitario.
Luego me quedo en silencio
pensando como quiere quien tiene
el corazón ocupado,
socialmente asignado.

No me da la gana de entender!
Coño no me da la gana.
Que si yo quiero tomarte de la mano,
besarte en una plaza o presumirte
sea un trámite ante
la fiscalía del descaro.
Sitio a donde vamos quienes
queremos sinvergüenzamente.
Como deberían querer todos
al menos una vez en la puta vida.

A quién tratas de convecer
cuando pides verdad?
Es a la mitad de ti
que duerme en mis brazos y es feliz?
Al porcentaje de ti que colorea
precariamente en mi cama
sólo por darme gusto?
Al que se ríe y le brillan los ojos,
al que me despierta con besos...
A quién carajos quieres encerrar
en el convencionalismo
de la despedida obligatoria?

No mientas... Tú me quieres.
Eso no se puede fingir.
Esa perfecta forma del nosotros
no es una mancha en el mantel.
Las constelaciones que se
alinean entre nuestros besos
no es casual.
No mientas que quieres eternidad
aunque eso no exista para nadie.
Alguna vez lo has pensado,
no me hagas sentir como
vela rota que se parte a la mitad.
Yo ya he llorado y sufrido,
así que distingo perfectamente
cuando un llanto es de despedida
y cuando es de honestidad.

Decide tú que hacemos...
Mientras escoges la bala del final.

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