Vistas de página en total

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Agenda para tú despedida...


Verte caminar hacia una luz distinta, esperarte mientras la metamorfosis te diseña, arraigarme con fe novata de nuestras letras, sentirte cerca aunque no toque tú rostro.  
Escribir algunas cosas y conservar otras, beber alguna luna en tú eterno nombre, no prometo que no lloraré por las noches, no aseguro que deje de esperarte por el día.
Dormir con tú ropa y tocarme sin tus manos, escuchar esa canción que seguro cantarías, soñarte soñándome, pensarte entre millas. 
Buscarte erróneamente en alguna boca, sentir que entre tus soplos tengo vida, hablarle de ti a la gente, sentir que te presté a la brisa... 
Hacer maletas para no ir a ningún lado, apostar a que  me extrañas como aquel día, llenar de voluntad el alma  para no claudicar todavía. 
En un mundo donde tanto pasa y nosotros somos eterna energía yo apuesto a la causalidad que nos une y no al azar que se confía. 
Porque cuando se consigue lo que tenemos se requiere de valentía, aunque llore, aunque te extrañe yo firmé un pacto egoísta; que tú nombre y el mío se harán uno toda la vida... 
Si alguna vez lo dudas piensa en cómo te sonríe el alma, en lo libre que eres cuando desnudas tú espalda, en todas esas veces que nos odiamos con el alba y luego despertamos abrazados como si nada pasara. 
Todo ésto yo te ofrezco y no es una canción desesperada, es sólo un recordatorio de que en tú maleta llevas parte de mi alma, de mis besos, ilusiones y de la vida que me falta.