Vistas de página en total

domingo, 29 de julio de 2012

Vivo muriendo...


Cuando escribo, las letras me salvan la vida.
Cuando las leo, sin piedad, me condenan y torturan.
Me recuerdan que sigo tropezando con la misma piedra,
esa que me cambió el destino por costumbre...
Me confirman que los eufemismos son excusas y que
esto que me fragmenta la vida que no pedí tiene nombre y maldición.

Atrás quedaron los juramentos y decretos que me hicieron
el eslabón más fuerte en la cadena de la desdicha.
Cuanta práctica perdida entre la niebla de la voluntad egoísta,
cuantos copas alzadas en el nombre que no se pronuncia,
cuantas noches de autoflagelo y cuantos días de camas vacías.

Vivir esperando es una forma de morir,
así como mueren las estaciones, así como muere el tiempo,
de la misma forma en  que mueren las historias que carecen de finales.
Así como muero yo lapidada por el polvo....
Así como mueres tu cada vez que yo te mato.


                                        

miércoles, 25 de julio de 2012

Borrón para el que pida la cuenta...

Cuando las sirenas cantan el viento hace su trabajo...
Cuando la realidad golpea de pronto y te quita con el impacto
la poca tarifa de inocencia cancelada por cuotas, la vida, con su tono imperante,
te coloca de frente con el camino definitivo para que decidas la ruta sin guiarte por los letreros.

La arena del tiempo es enemiga de mis ganas y mi voluntad
que se pasea en falsos argumentos que justifican lo injustificable.
Que poca tinta queda para reescribir renglones torcidos
cuya esperanza destila cansancio ante la espera de lo invisible.

Hace tanto que camino sola que olvidé como es sentarse a descansar...
Hace vidas que te traigo conmigo y en esta, lamentablemente,
tampoco sellamos el trato.

                                         
                                       

viernes, 20 de julio de 2012

Antagonismos...

Somos como perros que se huelen la cola en círculos. Como enredaderas angostas aglutinadas en tubos viejos y oxidados. Somos como esas páginas de libros que se pasan juntas para molestar al lector, el grito de pasillo a pasillo, la lluvia en un día sin nubes, somos las espera de un tren que no llega.  El agua y el aceite hacen burbujas mas gratas que nosotros, aquello que parecía ser cóncavo y convexo se transforma en piezas chatas y astilladas por la vida y el tiempo. A dónde fue la ilusión que gravitaba en unicornios? A dónde fue el beso que no se da por temor al magnetismo vigente?

                                            

A ti...

Es divino maldecir con el eco del recuerdo y la ligereza del sin después. Sin recortar palabras, con los labios abiertos y el alma en reconstrucción...  Es paradójico y sensorial que a la jaula abierta de tu oído lleguen como susurros mis palabras bordadas de viento, desarrollando quizás, un placer pecaminoso y merecido de extrañar la canción de mis orgasmos en "re" mayor.  El fuego que emerge de coquetear con las cenizas es la crónica de un incendio anunciado en el vórtice de mi voluntad intermitente. Estando tan sobrevalorada la felicidad yo decido reordenar sus líneas y convertirla en momentos, siendo tan itinerante el después contemplo hoy la opción de caminar en el infierno de la reincidencia.